Instrumento de Rendición de Japón
a.) Instrumento de Rendición de Japón formulado por Japón para expresar su rendición a las Potencias Aliadas.
El Instrumento de Rendición de Japón fue firmado el 2 de septiembre de 1945 y declaró que Japón se rendiría incondicionalmente ante las Potencias Aliadas. El Gobierno japonés se comprometió a cumplir fielmente las obligaciones consagradas en las disposiciones de la Proclamación de Potsdam, y devolver incondicionalmente todos los territorios robados de China, incluyendo Taiwan y las islas Penghu. El Instrumento estipula lo siguiente:
Por el presente asumimos la obligación de por el Emperador, el Gobierno Japonés y sus sucesores a cumplir con los términos de la Proclamación de Postdam en buena fe, y a expedir cualquier orden y tomar cualquier acciones que se requiera por el Comandante Supremo de las Potencias Aliadas o por cualquier otro representante designado por las Potencias Aliadas con el propósito de hacer efectiva esta Proclamación.
b.) Copia original del Instrumento de Rendición de Japón (China)
El 9 de septiembre de 1945, se efectuó en el Auditorio del Cuartel General del Ejército de China en Nanjing el acto de firma del Instrumento de Rendición de Japón. Ho Ying-chen, representante especial de Chiang Kai-shek y comandante en jefe del Ejército chino y Okamura Yasutsugu, representante del Gobierno y el Cuartel General Imperial de Japón y comandante en jefe del ejército invasor japonés, firmaron en el Instrumento, que establece lo siguiente:
1. El gobierno y el Cuartel General del Imperio Japonés han reconocido la derrota militar completa de las fuerzas militares japonesas por las fuerzas aliadas y se han rendido incondicionalmente ante el Comandante Supremo de las Potencias Aliadas.
2. Según la Orden General N.º 1 de las Potencias Aliadas, todas las fuerzas terrestres, navales y aéreas y auxiliares de Japón dentro de la República de China (con exclusión de las tres provincias del nordeste), Taiwan y la Indochina francesa al norte de los 16 grados de latitud norte deberán entregarse al generalísimo Chiang Kai-Shek.
3. Nosotros, los comandantes de todas las fuerzas japonesas y todas las fuerzas bajo el mando japonés que estén situadas en las zonas arriba mencionadas, estamos dispuestos a rendirnos incondicionalmente ante el generalísimo Chiang Kai-shek.
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